domingo, 3 de febrero de 2013

La fábrica de las avispas, de Iain Banks


Título: La fábrica de las avispas
Título original: The Wasp Factory
Autor: Iain Banks
Año: 1984
Páginas: 250
Editorial: Mondadori -Colección Mitos Bolsillo-
Encuadernación: Bolsillo, tapa blanda

Texto de contraportada (extraído de Tercera Fundación): «Hace años que no mato a nadie, y no pienso volver a hacerlo nunca más. Fue solo una mala racha que estaba pasando.»

"Entren, si pueden soportarlo, en el extraordinario y poco convencional mundo privado de Frank Cauldhame a sus dieciséis años. De la mano de una personalidad obsesiva, se internarán en una galería de los horrores donde la tortura, el sadismo y el asesinato solo quedan suavizados por un diálogo brillante y un humor cruel."


Esta es la voz de Frank, un adolescente que vive solo con su padre en la costa escocesa. Ha crecido inmerso en un mundo de creación propia como la fábrica de avispas, un artefacto oracular en el cual lee el futuro mediante el sufrimiento y muerte de estos insectos. También ha creado sus propias reglas morales, reglas con las que el asesinato se vuelve lícito, y para el que emplea métodos de lo más sorprendentes: una cometa; una serpiente; un martillo; la ingenuidad de un hermano… Frank sabe que vive en un universo personal que el resto de la humanidad no comparte. Y a él le gusta así.



Quien haya leído esta obra al relance de una de mis anteriores reseñas, la de "Vacas" de M.Stokoe, y de las críticas que comparaban a aquella con esta (como si la obra de Stokoe fuese deudora de la de Banks), se llevará una desagradable sorpresa, más que nada porque ambas novelas difieren y mucho en su grado de sadismo, violencia y asquerosidad. Esto que quede claro desde el inicio. Esta Fábrica es más comedida que Vacas, por fortuna para alguno y para desgracia de otros.

La obra se centra en Frank L.Cauldhame y el universo que éste es capaz de crear a sus dieciséis años, un universo deformado con los Postes de Sacrificio, el Territorio de la Calavera, el Golpeduro, el Destructor Negro. Contada en primera persona ycon estilo pausado narra, paso a paso, el día a día de este adolescente.

En determinados momentos, cuando las escenas son más intrascendentes, hubiera sido de desear que el autor se extendiese menos en la descripción prolija de todas y cada una de las acciones para, cuando se decidiese a utilizar este recurso, dar mayor realce a tal o cual acción. Es por esto por lo que a veces la lectura se hace algo lenta y farragosa, como si todo tardara demasiado en suceder. (O tal vez sea esta una apreciación puramente subjetiva.)

Para saber que Frank está descentrado basta con leer la escena de la matanza de los conejos. Todo sucede porque se le escapa un macho que tenía a tiro. Será al final del segundo capítulo cuando Frank deje clara sus intenciones y uno sepa que lo que se nos contará no nos dejará indiferente: «Hace años que no mato a nadie, y no pienso volver a hacerlo nunca más. Fue solo una mala racha que estaba pasando.»

La novela cuenta con suficientes dosis de humor como para que las tres muertes de los tíos de Frank y los tres asesinatos que comete con sus primos y hermanastro. El primo Blyth, su hermanastro Paul y la prima Esmeralda sufrirán en sus carnes los desvaríos del protagonista, aunque en estos casos la acción no suceda, sino que será recordada por él. Subrayar también que desde casi el inicio de la novela el despacho del padre concitará la atención no solo de Frank, sino también la de los lectores. Se intuye que detrás de esta puerta, cerrada siempre con llave, se esconde un gran secreto.

Las charlas telefónicas que Frank mantiene con su hermano que ha escapado de un centro psiquiátrico son cuando menos graciosas, de tan surrealistas. También quiero hacer constar que el padre le regala a Frank "El tambor de hojalata" de Gunther Grass.

En definitiva una lectura recomendable, un clásico que sería deseable que se reeditara porque tanto la edición de Mondadori (la de la foto) y una de La Factoría de Ideas están descatalogadas.

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